24 mayo 2009

ECOS DEL VIAJE A TU CUERPO





NÉSTOR MEDRANO
He llegado desde el principio de tu voz
en un viaje denso, largo y despoblado:
me he surtido en cada puerto
de miradas, de noches, de días y extensas
pasarelas de cansancio.

He buscado entre mercados y calles repletas de gente,
Entre plazas, hoteles y pensiones
Un develador de códigos para descifrarte
Con esos minúsculos enigmas.

Y en el viaje desde el principio de tu voz
descubrí que cada letra de un nuevo alfabeto,
cada sílaba bañada en almíbar
y crema de guayaba: ERAN el preludio de la lluvia.
Para derretirnos en su furor.

Y llegar ha sido difícil: en el trayecto he debido
lidiar con tu cuerpo, bronco desde la médula
salvaje desde el pubis y sus boscosos torrentes
por poco peligra la travesía.

No ha sido fácil domar lo indomable
ni morder esa boca de labios carnosos
ni aspirar a tu cuello al replantearse la noche.

No ha sido fácil descifrar esos códigos,
ni abrir esas carpetas donde guardas el odio
ni sustentarme en caricias grises color de la lluvia
para terminar desde el principio de tu voz.

No ha sido fácil despertar las corrientes del lecho,
donde se precipitan las aguas contra las rocas
y todo lo impactan, todo lo destrozan
desde el fondo del dolor

He llegado desde el principio de tu voz
En un viaje denso, largo y despoblado:
a partir de tu cuello
del batir de tu garganta
hasta las curvaturas de tu
cintura
y tus ecos son mudos
y al mismo tiempo
enmudecen mi voz.

22 mayo 2009

Miguel Cocco: la bondad incorruptible













Con Cocco solo compartí como periodista, en las distintas actividades que me tocó cubrir. Fueron muchas. Unas en sus funciones como director de Aduanas, otras en múltiples homenajes. Hoy lo asumo en Hombre de Letras en homenaje a su integridad, a su seriedad a toda prueba y a su patriotismo, en momentos en que República Dominicana atraviesa una crisis de valores muy poderosa.

Néstor Medrano
Miguel Salvador Cocco Guerrero cuenta con una hoja de vida en la que se destacan sus condiciones de moralidad innegociable, que supo emplear en cada uno de los escenarios en los que cosechó sus frutos como servidor público, empresario y patriota que jugó roles estelares en la Historia reciente de República Domicana.
Según los registros, nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros, el 21 de agosto de 1946. Era hijo de Manuel A. Cocco y de Gisela Guerrero, quienes se trasladaron junto a él a la capital del país muy temprano en su infancia.
Realizó sus primeros estudios en el Colegio de la Salle, forjándose allí, a partir del 1956 como un estudiante consagrado y meritorio.
Se graduó de licenciado en Sociología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y posteriormente se integró a las labores de investigación como docente. Allí cofundó el Centro de Estudios de la Realidad Social Dominicana (Ceresd).
Cocco participó de manera activa como comandante revolucionario en varias etapas de los procesos registrados en el país a partir del 1965. Hombre de confianza del coronel de Abril y presidente constitucionalista, Francisco Alberto Caamaño, el 16 de febrero del 2006 antiguos militantes de la organización Comandos Revolucionarios Camilo Torres (Corecatos) lo distinguieron en un acto emotivo.
Como los grandes hombres con una impronta trascendental en sus naciones, la vida de Cocco se enmarcó en los ámbitos público, privado y cultural.
Se le reconoce oficialmente como el editor de uno de los cuentistas fundamentales de hispanoamérica, con quien compartió una amistad que iba más allá de la camaradería y la mutua admiración, Juan Bosch. Estos aportes focalizaron en la producción de libros desde la editora Alfa y Omega, fundada en la década de los setenta, donde Bosch publicó una gran parte de sus obras literarias.
En 1980 registra la revista de interés infantil y juvenil Tobogán, en 1981 tuvo participación en la Editora El Nuevo Diario, que edita el periódico homónimo.
Distinciones
Las reseñas periódicas indican que el 31 de julio de 2006 Cocco fue reconocido por la Cámara de Diputados por su trayectoria a favor de los mejores intereses del país al frente de la Dirección General de Aduanas. Asimismo, su Alma Mater, la UASD, le distinguió el 13 de diciembre de ese mismo año con el título de Profesor Honorario de la Facultad de Ciencias Económicas, al considerar que "el director general de Aduanas es el referente moral, del valor y la entrega desinteresada en un país en donde la corrupción es la causante de la aguda pobreza y el atraso social en que vivimos".



Funciones Públicas



Durante el primer período de gobierno del doctor Leonel Fernández Reyna (1996-2000) asumió la Dirección General de Aduanas (DGA), cargo que nuevamente le fue confiado al retornar al poder en el período 2004-2008, Fernández Reyna y el Partido de la Liberación Dominicana y en este período que va desde el 2008 al 2012.
Sus colaboradores y los sectores empresariales resaltaron en varias ocasiones su labor al frente de esa instancia de recaudaciones, con le reconocimiento de que pudo reducir hasta su mínima expresión un fenómeno delictivo extendido durante décadas como el contrabando y la evasión de impuestos.
A la primera gestión de Cocco se le atribuye la promulgación de la ley 226 en la que la DGA dejó de ser una dependencia de la Secretaría de Estado de Finanzas al adquirir autonomía funcional, presupuestaria, administrativa, técnica y patrimonio propio.
El 22 de agosto de 2007, el Senado de la República lo reconoció por su destacada hoja de servicios en su vida pública y privada. En agosto del 2008 fue reconocido por las Fuerzas Armadas de la República Dominicana por el apoyo ofrecido a los cuerpos armados para el cumplimiento de sus responsabilidades en el resguardo de la seguridad nacional.
En ese mismo mes, fue reconocido por el Colegio de Artistas Plásticos por el apoyo que ha dado a los pintores, escultores, grabadistas, entre otros artistas dominicanos, y por su honestidad como ciudadano y servidor público.

Antecedentes
de padecimientos


En agosto de 1999, al despuntar el primer el gobierno del presidente Leonel Fernández, el director de Aduanas Miguel Cocco viajó a Miami, donde fue ingresado al hospital Baptist para ser sometido a exámenes y determinar el origen de dolencias que le aqujaban desde hacía tiempo. Para esos días, Fernández Reyna encomendó al entonces candidato presidencial peledeísta Danilo Medina visitar al funcionario y preparar un informe su real situación de salud. Cocco formaba parte del equipo de campaña de Medina. Por estas dolencias renales se preocuparon el presidente Leonel Fernández y el hoy fenecido ex presidente Joaquín Balaguer, quienes informaron que habían hablado con Cocco a través de la vía telefónica para enterarse de su salud.
El 27 de agosto Cocco fue sometida a su séptima diálisis en el Baptist y allí su esposa Minerva dijo que el convaleciente fue intervenido al mediodía. Según estos reportes, y por palabras del propio Miguel Cocco, expresadas a periodistas dominicanos, el diagnóstico dado, luego de los chequeos es que padecía una nefritis y una producción en exceso y una proteína llamada de cadena ligera en la médula ósea. A partir de entonces, según dijo Cocco, comenzaría a recibir un diagnóstico de quimioterapia por vía sanguínea durante cuatro días, continuando en los próximos tres meses para corregir la deficiencia proteínica, de carácter genético, alojada en la médula ósea. La estadía de Cocco en en el centro médico de Miami, se había extendido desde agosto hasta casi mediados de es septiembre cuando fue dado de alta.

Miguel Cocco recibió, en su último adiós honras militares, que incluyeron una salva de 21 cañonazos y sus compañeros entonaron el Himno del 14 de Junio.

18 mayo 2009

Benedetti, estás a la diestra de Dios


Mario Benedetti, te has ido. Has levantado el vuelo de esta tierra rumbo al norte de una mejor vida, donde tal vez, el Sur también existe. Me has dejado triste pero contento y bebiendo hasta la borra del café, esta infusión que siempre me olerá a llanto, a recuerdo de tu rostro de uruguayo universal.
Ve, ve con Dios, que los poetas como tú no mueren, se sientan a la diestra del Señor.

Néstor Medrano

(Un minuto de silencio y luego, uno de los poemas de Benedetti de mis mayores aprecios)

CORAZÓN CORAZA

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

13 mayo 2009

Mis controversias con el Código Da Vinci

Blanca Miosi

Ahora que se exhibe en los cines dominicanos la cinta Ángeles y Demonios, y desempolvando algunos archivos, presento a los lectores de Hombre de Letras, una intervención que tuvimos mi amiga la escritora Blanca Miosi y yo, el 20 de julio de 2005 en los foros españoles de Infobalear, de nuestra querida amiga, pintora y narradora Joana Pol y en Yoescribo.com, sobre la controversia del Código Da Vinci.


Código Da Vinci: Cristo, hombre, marido o santo« fecha: 20 de Julio.

NÉSTOR MEDRANO

Ahora que Dan Brown, autor del libro El Código Da Vinci, quizás ha creído que descubrió el ron con Coca-Cola, con esa novela que le atribuyen haber escrito, es bueno que algunos sepan que el problema de Cristo, Jesús, el Hijo del Hombre, se ha discutido durante cientos de años: ¿era María Magdalena su mujer? De ella sólo se ha especulado que era una prostituta, aunque la Biblia no lo establece enfáticamente por parte. Pues bien, El Código Da Vinci, centra su historia en la filiación del genio del Renacimiento Leonardo Da Vinci en un movimiento, agrupación o asociación secreta, el Priorato de Sión, que tenía como principal fundamento guardar el secreto de que Jesús, ese Mesías que murió por la humanidad en Jerusalén, había procreado una hija con María Magdalena y luego de la crucifixión la mujer huyó en una canoa sin remos hacia francia, donde alumbró a la niña. En algunos pueblos de Francia la especie ha circulado de generación en generación, aunque no hay documento probatorio. Pero el entramado es más complejo. En una de las obras fundamentales de Da Vinci, La última Cena, no aparece el vaso en el cual Jesús bebió el cáliz, la misma noche de la traición de Judas Iscariote y se exhibe, al lado del Mesías a alguien con rostro femenino, algunos han dicho que es Juan, pero otros argumentan que es María Magdalena y se habla de los documentos apócrifos, otros evangelios que fueron extrañados de la Bibilia por la Iglesia Católica Romana, que narran una cierta preminencia que tuvo María Magdalena en la vida de Jesús. Mi intención no es dispersarme en cápsulas alusivas al libro que se ha convertido en un best seller y que el mismo autor ha dejado entrever, carece de la rigidez de una investigación. Aquí volvemos a dos temas fundamentales: la novela, y nadie se ha detenido a pensarlo en este machacadero que se ha armado a nivel mundial, no tiene por qué dar datos auténticos y ya la jodida discusión es manida. Catedráticos y reptiles del conocimiento han querido desmentir, los alegatos de la trama, que ni siquiera son originales de Brown, pues él tuvo que abrevar de otros libros, que hablan de protectores templarios, del santo grial y otras jodiendas, e incluso, ya antes, había circulado la novela La última Tentación de Cristo, de Nikos Katzantzakis, o una vaina así, que narra la vida y los amores carnales de Cristo con María Magdalena. Lo que sí es cierto es que el libro ha renovado viejas rencillas intestinas de la otrora inquisitorial y poderosa Iglesia Católica: se plantea por ejemplo, la razón que hubo para despalazar a María Magdalena, a quien muchos eruditos atribuyen ser la miembra más importante del discipulado de Jesús y dar preminencia a María, la madre carnal del Cordero Sagrado. Otra cuestión fundamental ha revivido; Jesucristo visto como un hombre que nadie puede negar tuvo sus necesidades, además de las biológicas, las físicas y las fisiológicas, como todo ser humano y si llevó una vida conyugal con María, creo, otros creen y otros maldicen a quienes lo creen, esto, definitivamente no le quita ni un ápice de la santidad que le dan los rudimentarios textos del Nuevo Testamento. El tema es tan apasionante que más que el conocimientro que puede generar, es pasible de ser convertido en un verdadero tema no sólo místico o cristiano-religioso sino literario. La novela, por sí sola se explica y no puede ser objeto de análisis históricos estrictos, o científicos o naturalistas, porque la novela, en tal como género, da los instrumentos al escritor para deformar la realidad, transformarla, desmitificarla o llevarla a los más desesperantes grados de supremacía esotérica. No es lo mismo que la Historia. Esta narración, cautiva por la complejidad del género negro; se trata de una novela policíaca, hay que encontrar las señas y las huellas, mejor dicho los rastros dejados de Da Vinci, que ya ha creado una leyenda con la pintura cumbre de su producción La Monalisa; algunos dicen que es mitad hombre, mitad mujer, que también guarda secretos que él ni Victor Hugo, ni otros genios que pertenecían a la sociedad secreta podían ventilar abiertamente. Todo lo que huele a Da Vinci apasiona. Era un intelectual, un avanzado de su tiempo, con una cosmovisión poco común, una genialidad que sólo expresaba en su larga barba blanca cuando caminaba por las calles de Flrencia. ¿Era Jesucristo un hombre de carne y hueso que podía sentir la necesidad de compartir sexualmente con una mujer o es un mito que se ha alimentado a través de los siglos para mantener el celibato que hoy es tortura de sacerdotes con la doble vocación cristiana y física? Fue desplazada con saña María Magdalena para despojar a la mujer de la capacidad del sacerdocio. Creo que la novela de Brown es válida. Pues es de esos libros que hasta el Papa tiene en su mesón para leer luego del devocionario, por simple morbosidad intelectual. Sin lugra a dudas, se trata de un nuevo caminlo, un nuevo sendero literario que buscará reorientar el camino editorial y por eso la jodida tendencia a tratar temas históricos, no necesariamente controversiales, que además de evasivos de la realidad, no hay problemas actuales escudriñados y por ende no hay enemigos poderosos, pues, la historia es vida muerta de hechos pasados que pueden influir en los dogmas y dicteruios ancestrales, pero no causan tanta roncha como develar en clave el motivo de la quiebra de un banco de un país. Es que, se hace incomprensible, pues, que a través de varios siglos de historia bíblica inducida, la mujer tenga tan poca presencia, tan poca importancia formal y conceptual en las grandes decisiones de la Iglesia, lo que claramente matiza la acusación que se ha hecho siempre, de que la Iglesia Católica ocultó información acerca de la vida de Jesús. Incluso, puede alguien decirme qué hizo Cristo desde que apareció a los ocho años junto a los sabios del templo, y el interregno que corre hasta que vuelve a aparecer a los 30 años, como ayudante de José, el marido de María y los 33 cuando inicia su ministerio, es bautizado por Juan el Bautista y muere salvajemente crucificado. Pero, como aspirantes a consumarnos como escritores sólidos, tenemos el deber de indagar, de inmiscuirnos en esas controversias que, si bien históricas, redundan en la parte fictiva, en nuestro propio interés por conocer las cosas desde el origen. Cristo pudo claramente tener el deseo de convivir con una hembra, hacerla su mujer y satisfacer sus deseos carnales: del mismo modo que al hombre le da ganas de comer o de orinar o de dormir, también siente esa presión de la sangre enervante, de los instintos. Entonces cabe preguntarnos también, en este contexto de puras especualciones y el Código Da Vince es un gran especularium, si la santidad puede perderse cuando alguien obedece el llamado de los instintos, la sed de la carne. ¿Perdería Cristo, la santidad milenaria y el aura del gran mártir si los evangelios apócrifos son revelados. Porque en ellos, más que en Juan, Mateo, Lucas, están Felipe e incluso uno que escribió la María Magdalena, donde se narra la vida de Jesús a partir de su punto de vista. ¿Qué hubiera sido mejor, que se insinuara que Jesús era gay, si partimos de una cierta afinidad que poseía por Juan, su discípulo, de quien dije más arriba, muchos lo describen con un rostro terso y líneas delicadas de mujer? Cualquiera que me conozca diría, pero a éste le ha cogido con vainas heréticas a estas alturas de juego y saben algo, me importa un carajo; esa súper producción que hizo Mel Gibson, recientemente, sobre la vida de Jesús, fue criticada con acritud por los niveles gráficos de violencia que se exhibieron y las escenas sangrientas que han conmovido al mundo. Coño, lo que quiero mover es una discusión, pues hablar de Jesús o de secretos, o de Leonardo Da Vinci es siempre placentero, porque, como figuras legendarias y míticas, siempre abundarán las versiones cínicas e iconoclastas al respecto.
Rastreado

Quienes conocen las distintas versiones de la trágica vida del Hijo del Hombre, tienen la certeza de que esos relatos son fidedignos y que han pasado de una mano a otra sin grandes cambios en estos dos mil años de predominio cristiano no fundamentalista, porque la Iglesia Católica fue fundamentalista y criminal en sus siglos hegemónicos, cuando el mundo estaba supeditado al reinado de las sombras y muchos, fueron los que murieron quemados, rostizados en las hogueras fatídicas. El Código Da Vinci es una de las tantas reflexiones sobre los misterios de la vida monástica y los manejos sombríos que se dan a los hechos por la conveniencia propia de grupos y sectas que forman un gran todo de mafias y oprobios a través de la historia. La misma idea de que Jesús procreó con María Magdalena una hija y que la misma forma parte de una leyenda que asola las costas francesas y que hay una descendencia, una familia de Jesús, que está fundamentada en los Sinclair, antes conocidos como los St. Clairs, mueve a confusión. Pero, hay otros libros que presentan una panorámica de la vida del Mesías, en esos años perdidos que no fueron recogidos por la Biblia, o que fueron extirpados insanamente de la Bíblia, para ocultar cosas nodales; como su instrucción en los países del oriente, las enseñanzas y los aptrendizajes que adquirió en las costas de Japón e Indonesia. Jesús seguirá siendo una leyenda. Pero el novelista que se plantea hacer de Jesús uin personaje literario debe tener cuidado con los prejuicios y la hipocresía descomunal que han primado sobre el tema. Ya antes, Humberto Eco, habló de temas vulnerables en el Nombre de la Rosa, deshilvanó códigos, abrió pasadizos del saber milenario escondido. Lo básico de estas tramas magníficas es que se trabajan desde el punto de vista policíaco, se da vida al género negro0 tan vilipendiado por la oligarquía intelectual de paíse cultos como España, Francia e Inglaterra, en Estados Unidos su connotación es más estimada, quizá, porque ha servido de plataforma para presentar esas películas detectivescas, buenas a veces y pucheros de mierda la mayoría de las ocasiones.
Blanca Miosi
Néstor: Como bien dices, el tema de la virginidad o no, de la virgen, de la reputación, o no, de María Magdalena, y el de la virilidad y humanidad, de Jesús, es inacabable. Es un largo ovillo del cual algunos, astutamente o por desear llegar a la verdad utilizan para llegar a la inmortalidad. Leonardo Da Vinci con su ültima cena, por ejemplo, según los estudiosos y especialmente aquellos que dicen pertenecer al famoso Priorato de Sión, dejó algunas pistas, y debe haber algunos más por ahí que no conocemos. En casa tengo un libro que habla del asunto, pero cuyo título exacto no me viene a la mente, pero en los años setenta causó una gran controversia y muchos billetes en la cuenta bancaria de sus autores, (fueron dos). En cuanto al ocultamiento de la Iglesia respecto a la virginidad de María y a la vida privada de Jesús, no comprendo cómo, a estas alturas, cuando el hombre está buscando nuevos horizontes en el universo, la religión aún conserva dogmas que anteriormente pudieron haber sido válidos debido a la ignorancia de la gente. Creo firmemente, que muchos cristianos y católicos sospechan la verdad, que todo fue un cuento fraguado por la religión para mantener su puesto en el lugar que le corresponde, o sea, si la religión católica está basada en la resurrección de Cristo, Jesús, y dicen que él fue hijo de Dios, nacido de una virgen llamada María, a través de un ente quasi incomprensible como lo es el espíritu santo, de ninguna manera pueden dar marcha atrás. Podrán hacerlo respecto a las pastillas anticonceptivas, tal vez hasta aprobando en un futuro el homosexualismo, pero jamás darán un paso atrás para develar sus dogmas en los cuales se basa su creencia. Caería el poder religioso católico, y hay que ver que es un gran poder. Finalmente, Brujos y jefes, a la manera tribal, convertidos ahora en gobernantes y religiones, nada ha cambiado, y cada cual buscará la mejor forma de conservar el poder, aunque tengan que acudir a las peores e increíbles patrañas, más dignas de nosotros, los que sí admitimos que somos inventores de cuentos. Dan Brown supo sacar provecho a ese filón de oro que es el misterio religioso. Y a mi entender lo hizo muy bien, aunque los puristas de la lengua digan que su libro está mal escrito. Puedo decir en favor de éstos últimos, que el final fue un poco flojo, esperaba algo más después de haber recorrido sus cuatrocientas y pico pagínas con tanto ardor. Espero que el guionista del filme lo haga mejor. B. Miosi

Te explico algunas cosas: aunque la Iglesia Católica ya ha superado algunos de sus vestigios más terroríficos, como fue la Santa Inquisición, e incluso, pidió perdón a la humanidad por los tantos asesinatos cobijados bajo el ateísmo, la brujería o la herejía, secretos fundamentales se guardan bajo llave, debido a que, un monstruo, no puede ser vencido de una simple estocada. Todavía quedan pendientes temas tan cortantes como la soltería del sacerdocio, cuestionada y que ha llevado a jóvenes desesperados a cometer las aberraciones menos pensadas y a famosos párrocos, obispos y diáconos a cometer crímenes tan deleznables como la pedofilia, la violación sexual y a que cardenales y obispos tengan sus relaciones homosexuales o heterosexuales, ambas de manera clandestina, porque ambas son prohibidas porel Código Canónico. Otra de las discusiones que se renuevan a piel viva es la situación de la mujer y su propia dignidad humillada ante la cruel negativa de que se ordenen sacerdotas. Es un tema espinoso. También, es un hecho cierto que a lo interno de la Iglesia Católica hay sangrientas y secretas luchas de poder político, corrientes que van de un lado a otro y acontecimientos que no salen a la luz pública, porque los imperios y la Iglesia Católica, aunque en declive, nunca ha dejado de ser un imperio mundial que no para mientes a la hora de guardar intactos sus dogmas y sus secretos más vulgares y humanos. Esa es la gran verdad de todo esto. La luchas de poder. La Iglesia Católica no es simplemente un templo con con santos y viejitas arrodilladas, es un Estado polítícamente estructurado, con sus mafias y sus degradaciones, sus riquezas y sus miserias. Nunca aceptarán revelaciones. Nunca aceptarán que Jesús fue más que todo un hombre que debía orinar erguido y sentir algún cosquilleo cuando descubría algo, en la sonrisa de María Magdalena.



Blanca Miosi



Completamente de acuerdo contigo, veo que una vez más coincidimos en las ideas. Nestor, hay una página que se llama: "Los foros del café" de Café de Artistas. Hace un tiempo estoy allí y me parece genial. Puedes colgar relatos cortos y nadie tiene que ir a descargarlos a ninguna parte, porque son leídos ahí mismo, de manera que por menos cantidad de veces que te lean, llegas a unas 60 como mínimo. Eso sí, no deben ser más largos que una o dos páginas. ate una vuelta por Foros del café y te darás cuenta. Allí básicamente se habla de lo que nos interesa, y lo más importante: Eres leído. Saludos, B. Miosi

10 mayo 2009

DIVAGACIONES SOBRE LA TERQUEDAD


NÉSTOR MEDRANO

Desde que era chiquito, siempre me gustó la claridad en las relaciones con las demás personas, lo que quizás en esta época de superestrellas con mujeronas fenomenales y envidiable teleaudiencia, como el bonitillo de Alberto Cutié, no tenga mucha importancia, como muchas otras cosas que, por jodida desgracia se han perdido. Esa claridad se refiere a esos valores que se tienen guardados, que nos filtraron desde la edad de la inocencia en nuestras casas, que nos hace remontar a los tiempos inmemoriales de la universidad o la secundaria, donde las cosas eran un chin más puras que antes. A nosotros los que escribimos, siempre nos han acusado de ser muy vulnerables, sensibles-que nos pasa algo y no nos duele, pero si es a un amigo, una amiga, a quien pica un mosquito, nos preocupamos. A veces esa sensibilidad es cierta. Nos volvemos una vaina, por no decir otra cosa, acaso este texto lo lee algún niño interesado en cosas sin sentido, o alguna persona que sabe que nos interesa, de alguna manera nos interesa más allá de lo cotidiano y que, en ocasiones crea un muro, una coraza de aislamiento tan potente que la desproporciona chin a chin, solo por miedo a errar, a cometer alguna equivocación: mi mensaje es, debemos equivocarnos de vez en cuando para reconocernos como seres humanos. Y es que, qué cosa, no me gusta ser infalible. A veces hay quienes creen que puedo ser infalible, certero al cien por cien, sin fallas y yo, como un grandísimo imperfecto, me río y me remito a la canción del viejito Franco de Vita, que habla de su humanidad, su piel de gente común y corriente, que vive y siente como ser imperfecto, aunque su diva lo vea como estrella. Claro que mi inmenso ego-casi de mi tamaño-, nunca me haría sugerir que me comparo con Franco de Vita. Yo no soy cantante. A lo que quiero llegar, sin que me vean como un plasta antes de finalizar esta reflexión de casi medianoche, sin café, con un aire acondicionado que me acojona la piel desde esta redacción de Listín Diario, y con la tortura de no tener cigarrillos, es al hecho de que ella debe abrirse un poco más y expulsar los demonios de sus temores. Que existen personas que a la hora de ofrecer su apoyo, de ofrecer disponibilidad para cuando es necesario, en momentos de dificultades, merecen la oportunidad sin ningún prejuicio, de dejarlos actuar, sobre todo si hay una intención de protección, de aplicar condenas por un agravio lamentable.
Pero, del mismo modo hay quienes opinan que las palabras pueden ser cortantes, desangrar la voluntad de alguien-qué puedo pensar si la palabra es nuestro instrumento, digo, de los que escribimos-, si la palabra de vez en cuando puede saturar, llenarnos tanto que no hay manera de hablar bien del tipo este que nos tiene hartos de tantas cuchilladas expresadas en verdaderos mensajes extraídos del forro de los adentros. Pero esta jodienda es así.
Esta claridad, para retomar el camino de inicio de este combo de palabras, está cimentada en la búsqueda de un punto común. Que ella entienda que hasta que no me mire de frente y me diga a la clara “No quiero nada contigo, no quiero saber nada de ti, ni quiero seguir leyendo tus palabras nunca más”, voy a seguir, pues está escrito “la voluntad de Dios se expresa por distintas vías, perdón, no es ese, es este, lo que no se prohíbe no está penalizado”. Pero, qué hacer. Debemos esperar a que las cosas también sean claras en todas partes. Pero, ¿qué es la claridad divina?, preguntaría el padre Alberto Cutié. ¿Dónde están las razones para no razonar más allá del simple razonamiento humano?
Lo que quiero decir, antes de retomar nuevamente a Roncagliolo en la lectura de su novela Pudor y abandonar esta redacción hasta el día siguiente, e ir a mi casa a dormir, es que todo es una vaina y no hay que dar tantas vueltas, ni hacernos campeones de la indiferencia, porque con ella, hay quienes saben golpear, hasta sangrarnos los labios.

04 mayo 2009

ENTREVISTA AL ESCRITOR NÉSTOR MEDRANO


Esta es la entrevista íntegra que la poeta, periodista y amiga, Jennifer Marline me hiciera y que se publicara en la sección cultural Ventana, de Listín Diario. La reproduzco en Hombre de Letras, en interés de que sus lectores conozcan el pulso de una entrevista que me enorgullece.

¿Cuándo y cómo te encuentra el llamado de la literatura?

Para mí establecer la época es fácil. Desde muy pequeño me gustaba dibujar, esa, realmente era una pasión que cultivaba hasta entrada la edad adulta. Incluso mis familiares y amigos creían que me inclinaría por la pintura. Recuerdo que un día fui a ver la película Los Diez Mandamientos, a la Matiné y luego, compré un cuaderno en el que reinventé toda la historia de Los Diez Mandamientos. Hice un paquito, con ilustraciones y textos, muy rudimentario. Mi familia se reía muchísimo porque dibujé a Moisés con una pistola, al momento de defender a unas mujeres que buscaban agua en un pozo. Imagina, Moisés con una pistola. No tenía conciencia de que algo estaba surgiendo, algo de lo cual me convencí posteriormente, cuando descubrí que la Literatura, así con esa “L” mayúscula no era un mero pasatiempo. En primero de bachillerato el profesor de Español me escogió para saludar al gran cuentista Abel Fernández Mejía en nombre del curso, me puse nervioso y todavía no sé cómo salí del trance al ver a ese señor grande, que aparecía en los libros, al mediodía, con ese traje y esas gafas negras, a quien formulé algunas preguntas. También muy joven tuve la oportunidad de entregar unos textos aspirantes a cuentos, al Virgilio Díaz Grullón, una verdadera gloria de las letras, a los pocos días me los devolvió. Parecía un arbolito de tachaduras, acentuaciones y un sigue adelante piadoso.

En una conversación casual me has dicho que asumes la literatura como un “todo integral”, conversando sobre los distintos géneros que trabajas. ¿Puedes abundar sobre eso?

Para mí la creación literaria es un todo integral. No me es ajena la pasión por la poesía, género que considero el más puro de la Literatura, porque nos saca de adentro lo humano, lo astral, lo filosófico, lo reflexivo. Pero la poesía tiene unas reglas demoledoras, no solo de forma sino de fondo. Tiene la peculiaridad, a mi entender, de que no puede trabajarse todos los días. No se escribe un buen poema a diario. Te absorbe su creación. Con la narrativa hay un proceso de relevo. Estás en la novela y requieres de un largo proceso de investigación, luego escritura, caracterización individual de personajes, trama y tramas, terminas el trabajo y, como dijo García Márquez en alguna ocasión, al escribir Doce Cuentos Peregrinos, los cuentos se escriben/en el caso del novelista/para calentar el brazo y no perder el horizonte. Lo mismo ocurre con el ensayo. Tú como autor, hay temas que descubres que no puedes abordar en una obra narrativa o poética, sino con la sobriedad expositiva, sin aspirar al tratado científico, del ensayo. Ver la Literatura como un todo integral es eso, no aislarme de la novela porque soy poeta y viceversa, a veces incluso, ambos interactúan de manera eficaz.

Con cuál género te identificas más o si en todos te sientes como en casa, si tuvieras que quedarte con un género cuál sería y por qué?
Definitivamente la novela. Me siento muy bien al plantearme la idea de escribir un cuento. A veces me surgen serios conflictos sobre el material. Me pasó con el cuento El Dragón sobre su cuello que apareció publicado en la revista Vetas y que anda por ahí en algunas publicaciones de la red, su temática, el punto de vista, me daba para una novela. Lo mismo con Dos Gotas de Agua, uno de los textos del libro “Cuentos de Vapor y de Sombras” que obtuvo mención en el certamen de relatos de la Alianza Cibaeña, me sustrajo tanto que hice una novela corta y por ahí anda, “Contra Dios no puedes pelear”. Y así. La narrativa es más mi campo, porque es ahí donde he puesto mi mayor empeño. Es lo más cotidiano. La poesía es una pieza de lujo en la que incursiono cuando mi espíritu me pide el algo más. Me quedaría con la novela, pero nunca me desharía ni del cuento ni de la poesía. Además, mi opinión muy personal y humilde, creo que una novela siempre puede ser alimentada por salpicaduras de poesía. Hay momentos, hay personajes, hay situaciones que en algún momento requieren un chispazo de poesía.

Cuando pocos conocían tu nombre en el medio literario, este año lograste una proyección insospechada, con los reconocimientos en el concurso de Alianza Cibaeña y la próxima puesta en circulación de tu novela infantil, por Norma, desde cuándo estás trabajando en esos proyectos y en los demás que tienes inédito y cuánto tiempo les has dedicado?

Con Escritos con agua de lluvia, poemario que obtuvo el premio único de poesía de la Alianza Cibaeña, hice una selección de textos muy íntimos que mezclan lo astral, con lo erótico, esa fuerza del cosmos sobre los seres humanos, con la lluvia como maestra la inspiración, que ya estaban escritos, algunos con meses antes del certamen y otros, con varios años como Torbellino de Hielo. La novela infantil Héroes, Villanos y una Aldea, con la que el Grupo Editorial Norma me prestigió al valorar su potencial, el proceso fue normal. Varios meses de trabajo, luego el proceso editorial en sí, alrededor de un año. En esta novela infantil, con algo más de cien páginas, hay un tratamiento narrativo enfocado a la sensibilidad del niño que entra al umbral de la adolescencia, y si bien su lectura está respaldada por valores literarios que no dejan de ser interesantes para los adultos, el tratamiento tiene que ser muy delicado por el campo específico al cual se dirige. En mi novela inédita ¿Dónde está Johnny Lupano?, medianamente conocida por los cosmonautas, ha habido un proceso entre escritura y correcciones, de más de cuatro años. A mis proyectos les dedico la mayor cantidad de tiempo que puedo, porque son, lo que pretendo que sean en el futuro.


Háblanos un poco de esos proyectos inéditos y cuáles son tus planes con ellos en lo inmediato.

Estoy trabajando para publicar. Pero me gustaría hacerlo no solo para que estén llenando vitrinas en las calles, sino para que sean leídos. Soy optimista en ese sentido. Hay varias novelas en carpeta, en las que, vaya presunción, he puesto mi confianza y que serán entregadas para distintas valoraciones, en editoriales, en concursos, es, la forma de buscar el mecanismo de que salgan a la luz, pero para ser leídos. Al mismo tiempo espero de parte de la Secretaría de Cultura y de la Sociedad Alianza Cibaeña la publicación del poemario Escritos con agua de lluvia. El volumen de relatos Cuentos de Vapor y de Sombras, está ponderándose para su publicación, incluso he recibido el apoyo de entidades académicas para contribuir con esos fines. Mi mayor proyecto es seguir escribiendo hasta que Dios y la vida me lo permitan. Eso es lo más importante. Además, hay un renglón en el cual estoy ingresando, la literatura de aventuras. Tengo una novela juvenil que, como aquellas de aliento clásico pretenden presentar vidas extraordinarias, batallas épicas, cruce de tiempos, y es que creo que en la Literatura Dominicana falta más la obra de imaginación, la invención de mundos, de paisajes, de grandes episodios que mezclen lo fantástico con lo real, que es lo que pretendo con La Leyenda de la Piedra Dorada.

De los autores dominicanos, ¿cuáles consideras que han sido grandes influencias en tu literatura? ¿Por qué?

Influencias sabes que hasta los escritores consagrados han tenido y siguen teniendo. Creo en la mezcla de valores, escritores clásicos como Juan Bosch, me han enseñado que existe una exactitud temática en el cuento, que no puedes atiborrar de personajes una historia, y que el tema debe ser uno solo. Pero también he abrevado de René Rodríguez Soriano, de Pedro Peix, de José Alcántara Almánzar. En la novela, don Marcio Veloz Maggiolo es un gran narrador, experimentalista y Diógenes Valdez constituye un escritor que debe ser leído por quienes como yo estamos en el proceso de aprendizaje. Andrés L. Mateo es un buen referente y no puedo dejar de lado a Roberto Marcallé Abreu, narrador con profundas preocupaciones sociales. En poesía, quién deja de lado a Franklin Mieses Burgos, a Manuel Rueda, Manuel del Cabral y a Pedro Mir. Los jóvenes como Pedro Antonio Valdez en novela, José Mármol en poesía y Luis Martín Gómez, en cuento, no deben quedarse. Quién puede olvidara René del Risco Bermúdez, de Manuel Rueda.

¿Crees que el periodismo ha formado parte fundamental de la sensibilidad social que tienes ahora? ¿Cómo se refleja en tu literatura? Y ¿cómo ha influido tu trabajo periodístico en tu literatura y qué le ha aportado? Si hay alguna anécdota que puedas contar sobre esto.

Llegué al periodismo atraído por la carga humana que representan sus valores universales, sobre todo en las naciones donde hay vulneración, donde hay guerras, donde surgen movimientos y protestas que buscan dignificar la vida. Creí que narrar una historia de una familia pobre que emigró del campo huyendo del hambre y la desesperación y que ahora sucumbe en las orillas pestilentes del río Ozama, era denunciar en pos de esa familia que se ve atrapada en la falta de oportunidades, de educación y de acceso a los instrumentos medianamente decentes de subsistencia. En mis escritos, sobre todo narrativos, hay un traspaso de vivencias periodísticas latentes, de descubrimientos crudos sobre grupos de poder que utilizan sus influencias y ese poder para imponerse. El caso de mi novela inédita Contra Dios no puedes pelear es eso: la historia de un padre, que es a la vez un próspero empresario industrial, que oculta detrás de esa fachada, al narcotraficante más importante del país, que se hace candidato presidencial y negocia con el presidente de la República su triunfo. El trasfondo es la crisis del hijo al enterarse de quién es en realidad ese padre. Hay otra, El Viejito Chistón de Ojos Aguados, que involucra al poder más refractario de una época de sombras políticas, sin llegar al panfleto ni a la nostalgia agridulce, hace referencia a esas crónicas periodísticas sobre personajes funestos de nuestra Historia y la de nuestros hermanos hispanohablantes, sin retratar a dictadores sino a regímenes de asesinos.
Una novela, Huracán, que tengo guardada y que bosqueja en una ficción atrevida y provocadora la peligrosidad de la problemática domínico-haitiana, tiene su origen en la muerte real de un obrero haitiano, que al caer de una escalera en un edificio en construcción, terminó su existencia y un amigo suyo pasó las de Caín para lograr que lo trasladaran a la morgue de un hospital público. He publicado algunos fragmentos en mi blog Hombre de Letras. Claro que la novela va más allá, una posibilidad ficticia cuya trama involucra incluso a Fidel Castro.

A pesar de que tienes un compromiso incuestionable con la literatura, continúas ejerciendo el periodismo. Qué representa el periodismo para ti y cómo puedes conciliarlos a ambos?

Para mí el periodismo es la trinchera a través de la cual canalizo la posibilidad de acercarme a la gente. Es el instrumento de poder que me permite llevar la voz de la gente del barrio, o de la empresa o del gobierno, o de los dignatarios internacionales hasta la redacción, donde se cuecen sus clamores y logran ser escuchados por quienes deben y tienen el deber de escuchar. Para mí el periodismo es tan valioso como la Literatura. Con el periodismo puedo decir las cosas de inmediato y hacia una realidad específica e inmediata, con la Literatura puedo decir verdades universales, extender la voz sin importar que sea la ficción el intermediario. Son dos canales distintos con iguales fines, ambos estructurados a través de la palabra y ambos capaces de hacer reflexionar a una sociedad en su conjunto. Ambos se concilian y se alimentan. Sobre todo en sociedades que como la nuestra, viven etapas, coyunturas, realidades, tienen protagonistas, actores, hombres, mujeres, cuyos actos superan con creces la ficción.


Además, tienes un trabajo en la mañana, sé que escribes de noche, pero el tiempo no parece ser suficiente. Cuándo empiezas a escribir de noche y si nos puedes describir esos procesos, las condiciones, la atmósfera, cómo te sientes en esos instantes.

La verdad es que me he sistematizado. Escribo muy tarde en la noche, tardísimo, solo unos minutos. He descubierto que lo que vale en realidad es la sistematicidad, la continuidad. Puedo escribir 15 minutos hoy, pero lo hago mañana, quizás veinte minutos, 30. Es una labor de seguimiento. También lo hago como un oficio los fines de semana en la mañana. Los sábados y los domingos, inició a las siete de la mañana y una a dos de la tarde finalizo. Hay momentos en los que debes inventar el tiempo. La Literatura no es un hobby, a pesar de que los escritores deben tener horarios, empleos, oficinas, diversidades para sobrevivir, lo más importante es leer y escribir. Puedo escribir en cualquier condición, en un alboroto, en la serenidad de una habitación solitaria, en la redacción del periódico... es, una tarea seria que se debe asumir con seriedad.

Por último, ¿hay algo que quieras lograr en tu literatura?

Siempre hay metas literarias. Pero para cualquier autor, lo más interesante es la perdurabilidad, lo que se llama pasar a la posteridad. ¿Pasará una obra la prueba de los años? El Cantar del Mío Cid, el Quijote, Cien Años de Soledad, el Conde de Monte Cristo. El Aleph. Otra cosa, que en el trasfondo sepa interpretarse que existe un mensaje, una fotografía que nos retrata como sociedad. Cambiar el mundo es imposible, pero por lo menos ser recordado como alguien que intentó decir algo, y sobre todo, bien dicho.
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Acerca de mí

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Periodista, escritor, ganador del Premio Único de Poesía de la Centenaria Alianza Cibaeña de Santiago de Los Caballeros y autor de la novela infantojuvenil Héroes, Villanos y Una aldea, publicada por el Grupo Editorial Norma. Reportero del matutino dominicano Listín Diario.