Veo que ya no estás
y la noche se hace sólida, empedregada.
Material
Como si al torcer el lomo se apagaran las estrellas:
y quedaran los residuos dispersos
de nuestros cuerpos.
Veo que ya no estás
y la brisa llega cargada de salitre: irrespirable
nostalgiando tu recuerdo: pura nostalgia marina,
de playa y de lluvia
veo que ya no estás.
Veo que ya no estás
y el zumo de la madrugada se desprende de la noche:
se esparce como granizo calcinante: como sombra
de luces agonizantes; nostalgiando tu recuerdo.
Veo que ya no estás
y en un eructo del insomnio reaparece tu ropaje:
lleno de ti, almohadón de carnes y poros:
con mirada perfumada
Y te percibo
entre sábanas empolvadas de desiertos transparentes
con la humedad seminal de nuestros cuerpos
unificados con el pegamento de una ola desbocada:
y la brisa llega salpicada de salitre.
Y te veo llegar a un cuerpo entero:
asimétrico y gutural
Y el zumo de la madrugada se desprende de la noche
Mar
Salado como el recodo finito de tu sexo
Endulzado por el sol y la llovizna rociados
desde un rincón maldito de nuestras nostalgias.
Y te busco
entre las marchitas hojas secas que vuelan sin alas
y al rozar las vellosidades de tu piel
nos encabritan el alma entregada: restos de mary oleajes de espumas en tu lecho.
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