NÉSTOR MEDRANO
Al abrir los ojos
el cuadro de silencio embriaga la hora
reloj:
2:00 de la madrugada.
Tu cabellera negra: es cascada de seda,
luz encendida sin llama
sin el extraño rubor
de tus mejillas
reloj:
mujer tostada, con la piel
de mulata
2:00 de la madrugada.
Y el silencio
Al abrir los ojos
El cuarto está vacío, sin ti, sin mí
solo conmigo que es
como si no estuviera.
Y los cristales
acompasados entre el metal de las campanas
de un pueblo que nos despide: antes del sol.
Tu cabellera negra
cascada de sombras
y tú, más allá del circuito
del humano circuito
de nuestras medianoches asoladas.
¿Por qué insistir si me desgarra la brisa
el chasquido de frío del pasillo
también solitario?
Cristales en la puerta: pedazo de esencia
Olor de seda
De tu cabellera negra
2:00 de la madrugada
Permití que nos derritieran las primeras horas:
el zumbido mágico
de canela:
mujer de tierra, de agua lluvia bañada de sol.
¿Por qué insistir si me desgarra la brisa?,
El aullido distante
de tus mordidas edulcoradas
Mujer: ya no vivirá el agosto de septiembre
que marcó nuestro tiempo
ni juntos seremos la noche de día
a la hora de deshacer el amor.
Descomponer el amor: en granitos
De calor. Sudor azul chorreando ácido de amanecer
y luego
otro baño de soledad.
Al abrir los ojos
inicia el preludio de la noche: acompañada
de mí y de ti que estás ausente
como llegas
arropada con esa piel de canela
edulcorada:
eras, más allá de las mínimas coincidencias
el punto de partida
de mi llegada.
¿Por qué nos ocultamos ahora?
huir de la ciudad para forrarnos de anonimato,
vestirnos de los dos para embebernos
del legítimo sudor
de la creación y los gritos: ¿por qué situarnos en este extremo
de un cuarto vacío en el que estuvimos juntos
despiadándonos del vino y de la legión
de demonios, dioses azules
torres de gemidos silbantes
turgencias, locura...
desolación.
Hay más
a punto de continuar en la práctica
de sacudir el reloj
reloj:
2:00 de la madrugada
y antes descubrimos las montañas nevadas:
las tierras rojas escarpadas
el incendio polar de un final sin comienzos:
ambos
como dos elementos desnudos
en el espacio interminable
de los resquicios de tu cuerpo:
cabellera negra en cascadas
como un derrame sobre mi rostro
convergencia febril y descarnada:
ombligos astrales: pálpitos del vientre
reloj:
estanterías de tu perfume de tus labios delgados
de tu cuerpo delgado de tu sexo delgado y punto.
2:00 de la madrugada.
y te busco enceguecido
por estos cristales disonantes soplados por tu
aliento
y no te encuentro porque antes de llegar
has partido en el fluido del pasado.
Es como decir, good bye, so long.
hasta la vista.
Para llorar: canela de tus besos
danza de tus caderas
mágicas cadencias y
allí, antes de aventurarnos en este frío calor de la
cerveza: espumas, humo de cigarrillo
tambores primitivos del origen
me dices good bay, so long;
hasta la vista.
Es,
Tu ausencia presente lo que respiro en esta
Alberca de deseo: fugaz silbido de un retrato
dibujado por mí antes
de que fuéramos ambos y luego ninguno
reloj:
2:00 de la madrugada
y beber tu piel mulata de pelo negro en cascada de seda
me hace soñar ese sueño derramado de un agosto en septiembre transformado en diciembre
que es magia, desvelo, deshielo
inteligencia y locura.
¿Dónde has estado en todos estos días?
¿Buscándome en la lejanía para acercarte y diluirte
En un santiamén
de sexo?
Me arrebatas:
me impides salir a la cordura y a punta de pistola
ansiar tu cabellera negra
de seda: shampoo
y gemidos: cruces de piernas, logaritmos de caricias
dioses y demonios: pecado frugal.
2:00 de la madrugada.
Y la noche se escurre entre mis dedos
como tu pelo y mi pelo
como se fugan nuestros cuerpos y los cristales
soplados por el viento me ocultan tu rostro.
Todo tu cuerpo y toda tú se han difuminado:
¿cómo soñarte si has borrado tus formas con un trago
de odio: mezcla de canela y jengibre con dos gotas de olvidos al amanecer?
¿Dónde cerrar este paréntesis
si nosotros mismos nunca supimos que estuvimos juntos:
aparcelados nuestros instintos
humanizado nuestro Olimpo
o cualquier distante morada
del Señor?
reloj:
2:00 de la madrugada.
Las cortinas vuelan sobre las persianas azules de este sol de soledades: y me surge la interrogante, ¿alguna vez hubo intención de mostrarnos abiertos, entre sonrisas y caricias, danzas prohibidas, infierno y cielo, delirio, pasión, cortinas de seda?
Vuelvo a tu rostro delgado
Como tu cuello delgado tus senos delgados tu sexo delgado tus dedos delgados
y me afilio a la idea de ser tu pasado
aunque nos conociéramos ahora
en las próximas dos horas: derretidos en la cama,
olvidando que el mundo está allí
latente, real verídico, como el noticiero de las dos de la tarde
manchado
podrido, alienado
salpicado de sangre, de torres de dolor
de falsos profetas
reloj:
(esta parte es para ti)
Y de pronto te sueño, mujer.
con tu cabellera rubia, tus labios carnosos
tu sonrisa sin poses
tus senos redondos:
tu amasado rostro: ansiado rostro
y te digo: “quisiera besar tu rostro por una hora”
¿por qué tu rostro?
Y me preguntas: ¿por qué estás enamorado?
Y te respondo: no es fácil responder, no es ir a buscar una bicicleta y decir me gusta esa: es inexplicable, mujer.
Y bebes tu café
Ambos encendemos un cigarrillo y me explicas: tengo pareja, estable. Para casarme. Escucho cristales rotos por un ventanón. Un campanario enloquecido, el mundo fuera de su órbita: nada es tan dúctil, atrayente, como el reto de verte
Hablar de él.
reloj:
2:00 de la madrugada.
Entonces, al mirarme con tus pupilas ataviadas de sol
me dices: no te daré una respuesta
tiempo al tiempo a ver lo que pasa.
Y la has dado mujer
Tu pelo castaño recogido, cascada de seda
Me atrae con aroma.
Al abrir los ojos
me golpea la soledad.
El cuadro de silencio embriaga la hora.
Quisiera disolverme en ese minúsculo instante
En el que estuvimos ambos hasta la medianoche: batiéndonos contra el insomnio
Procurándonos en los átomos de tu risa desnuda
olvidándonos de todo
en la punta de la carne
reloj:
2:00 de la madrugada.
Alguien escribió nuestra historia,
a su antojo dirigió nuestras vidas
fuimos
personajes de un torrente inaudito: húmedo
viscoso, astral
de esto que es pesadilla antes de dormir.
Al abrir los ojos
el cuadro de silencio embriaga la hora
reloj:
2:00 de la madrugada.
Tu cabellera negra: es cascada de seda,
luz encendida sin llama
sin el extraño rubor
de tus mejillas
reloj:
mujer tostada, con la piel
de mulata
2:00 de la madrugada.
Y el silencio
Al abrir los ojos
El cuarto está vacío, sin ti, sin mí
solo conmigo que es
como si no estuviera.
Y los cristales
acompasados entre el metal de las campanas
de un pueblo que nos despide: antes del sol.
Tu cabellera negra
cascada de sombras
y tú, más allá del circuito
del humano circuito
de nuestras medianoches asoladas.
¿Por qué insistir si me desgarra la brisa
el chasquido de frío del pasillo
también solitario?
Cristales en la puerta: pedazo de esencia
Olor de seda
De tu cabellera negra
2:00 de la madrugada
Permití que nos derritieran las primeras horas:
el zumbido mágico
de canela:
mujer de tierra, de agua lluvia bañada de sol.
¿Por qué insistir si me desgarra la brisa?,
El aullido distante
de tus mordidas edulcoradas
Mujer: ya no vivirá el agosto de septiembre
que marcó nuestro tiempo
ni juntos seremos la noche de día
a la hora de deshacer el amor.
Descomponer el amor: en granitos
De calor. Sudor azul chorreando ácido de amanecer
y luego
otro baño de soledad.
Al abrir los ojos
inicia el preludio de la noche: acompañada
de mí y de ti que estás ausente
como llegas
arropada con esa piel de canela
edulcorada:
eras, más allá de las mínimas coincidencias
el punto de partida
de mi llegada.
¿Por qué nos ocultamos ahora?
huir de la ciudad para forrarnos de anonimato,
vestirnos de los dos para embebernos
del legítimo sudor
de la creación y los gritos: ¿por qué situarnos en este extremo
de un cuarto vacío en el que estuvimos juntos
despiadándonos del vino y de la legión
de demonios, dioses azules
torres de gemidos silbantes
turgencias, locura...
desolación.
Hay más
a punto de continuar en la práctica
de sacudir el reloj
reloj:
2:00 de la madrugada
y antes descubrimos las montañas nevadas:
las tierras rojas escarpadas
el incendio polar de un final sin comienzos:
ambos
como dos elementos desnudos
en el espacio interminable
de los resquicios de tu cuerpo:
cabellera negra en cascadas
como un derrame sobre mi rostro
convergencia febril y descarnada:
ombligos astrales: pálpitos del vientre
reloj:
estanterías de tu perfume de tus labios delgados
de tu cuerpo delgado de tu sexo delgado y punto.
2:00 de la madrugada.
y te busco enceguecido
por estos cristales disonantes soplados por tu
aliento
y no te encuentro porque antes de llegar
has partido en el fluido del pasado.
Es como decir, good bye, so long.
hasta la vista.
Para llorar: canela de tus besos
danza de tus caderas
mágicas cadencias y
allí, antes de aventurarnos en este frío calor de la
cerveza: espumas, humo de cigarrillo
tambores primitivos del origen
me dices good bay, so long;
hasta la vista.
Es,
Tu ausencia presente lo que respiro en esta
Alberca de deseo: fugaz silbido de un retrato
dibujado por mí antes
de que fuéramos ambos y luego ninguno
reloj:
2:00 de la madrugada
y beber tu piel mulata de pelo negro en cascada de seda
me hace soñar ese sueño derramado de un agosto en septiembre transformado en diciembre
que es magia, desvelo, deshielo
inteligencia y locura.
¿Dónde has estado en todos estos días?
¿Buscándome en la lejanía para acercarte y diluirte
En un santiamén
de sexo?
Me arrebatas:
me impides salir a la cordura y a punta de pistola
ansiar tu cabellera negra
de seda: shampoo
y gemidos: cruces de piernas, logaritmos de caricias
dioses y demonios: pecado frugal.
2:00 de la madrugada.
Y la noche se escurre entre mis dedos
como tu pelo y mi pelo
como se fugan nuestros cuerpos y los cristales
soplados por el viento me ocultan tu rostro.
Todo tu cuerpo y toda tú se han difuminado:
¿cómo soñarte si has borrado tus formas con un trago
de odio: mezcla de canela y jengibre con dos gotas de olvidos al amanecer?
¿Dónde cerrar este paréntesis
si nosotros mismos nunca supimos que estuvimos juntos:
aparcelados nuestros instintos
humanizado nuestro Olimpo
o cualquier distante morada
del Señor?
reloj:
2:00 de la madrugada.
Las cortinas vuelan sobre las persianas azules de este sol de soledades: y me surge la interrogante, ¿alguna vez hubo intención de mostrarnos abiertos, entre sonrisas y caricias, danzas prohibidas, infierno y cielo, delirio, pasión, cortinas de seda?
Vuelvo a tu rostro delgado
Como tu cuello delgado tus senos delgados tu sexo delgado tus dedos delgados
y me afilio a la idea de ser tu pasado
aunque nos conociéramos ahora
en las próximas dos horas: derretidos en la cama,
olvidando que el mundo está allí
latente, real verídico, como el noticiero de las dos de la tarde
manchado
podrido, alienado
salpicado de sangre, de torres de dolor
de falsos profetas
reloj:
(esta parte es para ti)
Y de pronto te sueño, mujer.
con tu cabellera rubia, tus labios carnosos
tu sonrisa sin poses
tus senos redondos:
tu amasado rostro: ansiado rostro
y te digo: “quisiera besar tu rostro por una hora”
¿por qué tu rostro?
Y me preguntas: ¿por qué estás enamorado?
Y te respondo: no es fácil responder, no es ir a buscar una bicicleta y decir me gusta esa: es inexplicable, mujer.
Y bebes tu café
Ambos encendemos un cigarrillo y me explicas: tengo pareja, estable. Para casarme. Escucho cristales rotos por un ventanón. Un campanario enloquecido, el mundo fuera de su órbita: nada es tan dúctil, atrayente, como el reto de verte
Hablar de él.
reloj:
2:00 de la madrugada.
Entonces, al mirarme con tus pupilas ataviadas de sol
me dices: no te daré una respuesta
tiempo al tiempo a ver lo que pasa.
Y la has dado mujer
Tu pelo castaño recogido, cascada de seda
Me atrae con aroma.
Al abrir los ojos
me golpea la soledad.
El cuadro de silencio embriaga la hora.
Quisiera disolverme en ese minúsculo instante
En el que estuvimos ambos hasta la medianoche: batiéndonos contra el insomnio
Procurándonos en los átomos de tu risa desnuda
olvidándonos de todo
en la punta de la carne
reloj:
2:00 de la madrugada.
Alguien escribió nuestra historia,
a su antojo dirigió nuestras vidas
fuimos
personajes de un torrente inaudito: húmedo
viscoso, astral
de esto que es pesadilla antes de dormir.
2 comentarios:
WOW.WOW.WOW.
Querido Néstor:
Te felicito por el premio de poesía Alianza Cibaeña, y también por la publicación de tu cuento en la revista Vetas. Espero que sólo sea el comienzo de un magnífico fin de año y un exitoso 2009 en el campo de las letras.
Si me dieras permiso, quisiera publicar en mi blog uno de tus versos, haciendo por supuesto una reseña de tu carrera literaria.
blancamiosi@gmail.com
Un abrazo,
Blanca
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